Aunque pueda parecer mentira o una simple broma, en este caso, no lo es; pues en «La Santa Sede» dedican gran parte de una canción a Lucifer.
Se puede ver que hay una gran cantidad de personas en la iglesia donde se está realizando esta actividad.
Todos hacen silencio, mientras un religioso entona una canción que, al traducirla puede parecer no muy agradable de cantar en un lugar como ese.
«Flamas de Lucifer matutinas ardiendo. Oh Lucifer, que no conoces el ocaso», son algunas de las palabras que dicho canto contiene.
Al final de todo esto, los presentes cierran con un «Amén» al unísono. Sin duda, una polémica canción que hasta el día de hoy ha llamado la atención de muchos.