El Partido Comunista de China (PCCh) ve a los cristianos como una amenaza para el gobierno, en vista de su gran crecimiento ya que ahora suman más de 60 millones de creyentes.
Aparentemente, el gobierno chino ha tomado ciertas medidas para evitar el avance de los cristianos.
Medios internacionales han señalado que incluso, la pandemia del Coronavirus ha sido utilizada por ellos para restringir los servicios religiosos y demoler iglesias.
Sin embargo, el pastor Greg Musselman cree que mientras más es reprimido el pueblo de Dios, más este crece.
«Lo que el gobierno busca hacer es: si usted es chino, estará de acuerdo con el gobierno comunista y su ideología. La Iglesia y el cristianismo son a menudo vistos como occidentales. Pero también son vistos como opuestos a la cultura china», dijo Musselman.
El predicador señala que la iglesia puede estar experimentando un avivamiento debido al aumento en el número de creyentes en medio de tanta opresión.
Esta es una realidad ya observada en otros períodos de la historia, donde el cristianismo fue severamente perseguido, comenzando en el primer siglo de la era cristiana.
«El hecho de que estas iglesias existan y se hayan convertido en millones es probablemente el mayor avivamiento de la historia», comentó.
Negando la ayuda humanitaria
En vista de que el gobierno está usando el Covid-19 como una oportunidad para reprimir a los cristianos, aquello también puede estarse reflejando en los derechos básicos de ayuda humanitaria.
«Vimos cómo el Covid-19 se ha utilizado para perseguir a toda la iglesia, ya sea en Corea del Norte, Irán, Pakistán, India e incluso en China. A los cristianos, porque no son seguidores de la ideología del estado, se les impide recibir alimentos y ayuda», sostiene Musselman.
De acuerdo con algunos estudios, el ministro dice que China puede ser el país con el mayor número de cristianos; pudiendo llegar a tener unos 224 millones para el año 2030.
Por otro lado, también pide a los creyentes de todo el mundo que intercedan por ellos y por la iglesia de China.
«La idea es que, si esta persecución se intensifica, la iglesia podría crecer aún más rápido. Es una especie de espada de doble filo: la persecución conduce al crecimiento de la iglesia. Sin embargo, la persecución también separa a las familias», concluye Musselman.
bibliatodo.com
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