Durante toda su anterior vida no conoció otra cosa sino el odio a Israel,. Aquel dia ante una congregación Cristiana ella les descubrió su corazón, en el cual no había sino penas y desolación. Estas fueron sus palabras:
“Su Mesías cambió mi corazón, él me rescató y trajo alegría a mi vida. Ahora yo soy una mujer bendecida”.
Sus palabras también fueron grabadas para ser expuestas en el sitio “One for Israel” (https://www.oneforisrael.org), en el cual tuvo su nombre reservado por motivos de protección. La cultura donde me crié me enseñó que los judíos son personas malas.
Al crecer se decepcionó de la fe de su pueblo cuando varias veces clamó al dios en el que ellos creían para que su padre dejara de golpear a su madre pero no tuvo ningún éxito, cuando se mudó a EE.UU su abuela falleció y ella se quedó sola en un país diferente al suyo lo que la decepcionó aún más.
Llorando en la calle, una mujer se le acercó y la invitó a ir a una iglesia, ella entre lágrimas aceptó ir. «Cuando entré en esta iglesia, sentí amor y aceptación de esas personas como nunca antes. Por primera vez en mi vida oí un mensaje de la Biblia. Fue sobre Yeshua (Jesús), cuando él leyó en el rollo del profeta Isaías: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, para dar vista a los ciegos, a publicar libertad a los cautivos ‘ «, dijo.
En ese momento, ella entendió que estaba llena de mucho odio y supo que el islam le había sembrado odio por lo que decidió renunciar a esa creencia para ser cristiana, «El día en que di mi vida para convertirme en una seguidora de Jesús, dije: ‘Dios, perdóname. Yo no sabía que odiaba a tu pueblo «.
Y despojándose de su anterior vida (con su antigua vestimenta), ella anunció a la congregación: «Ahora ya no lo necesito».
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