Acontecimientos como estos, los cuales ocurren en tiempos como los actuales, le hacen creer a un importante líder de adoración que “la iglesia está en el comienzo de algo histórico”.
Días antes de que las iglesias en California cerraran debido a un aumento en los casos de Covid-19, hubo una reunión cristiana evangélica masiva en una playa cerca de Los Ángeles.
En Huntington Beach, cerca de 1.000 personas pertenecientes a varios ministerios locales se reunieron.
De acuerdo con los organizadores, tan solo la semana pasada unas 30 personas se bautizaron en la playa.
Este movimiento llevado a cabo junto a la playa se llama “Saturate OC”. Jessi Green, co-organizadora del evento le dijo a Los Ángeles Times que este ha tenido un “efecto dominó”.
Green y su esposo se mudaron al condado de Orange desde Nueva York luego de que ella tuviera una visión de bautismos en masa en esa playa, mientras estaba de vacaciones.
Con el alcance que está teniendo, espera que poco a poco pueda llegar a muchas más personas. «La iglesia», dijo por medio de un micrófono, «ha abandonado el edificio».
Un llamado de activación para la iglesia, aún en tiempos de pandemia
Sean Feucht, un líder de adoración de la Iglesia Bethel y fundador de varias organizaciones sin fines de lucro, también estuvo en el evento.
El adorador le dijo a Fox News que estos acontecimientos le recordaba al Movimiento del Pueblo de Jesús de finales de los 60 y principios de los 70.
«Es inquietantemente similar», dijo Feucht. «Hubo protestas, conflictos raciales y sociales. Los hippies se estaban salvando. Un movimiento ocurrió en California y se extendió por todo Estados Unidos, e incluso los principales medios de comunicación lo cubrieron».
Acerca de lo que está ocurriendo, Feucht dio unas palabras con la finalidad de llamar la atención de la iglesia.
«No sólo cuántas personas vinieron y tantos testimonios increíbles», agregó. «Sino que creo que la iglesia ha estado encerrada en cuarentena durante tanto tiempo que olvidamos el poder y la autoridad de cuando nos reunimos».
Las iglesias en California recientemente recibieron una orden de no cantar en sus servicios debido a un aumento en los casos de contagiados.
Este estado ya ha reportado más de 336,000 casos confirmados. Se cree que está detrás de Nueva York en números.
«Ante el virus y los disturbios raciales, Dios tiene una respuesta de su gente moviéndose en amor y unidad radicales», concluyó Feucht.
«Y tal vez no podamos encontrarnos en los edificios pero podemos encontrarnos en la playa. Podemos ir al puente. Nos reuniremos en parques. No estamos restringidos a las cuatro paredes. Todavía podemos ser la iglesia, incluso si no estamos en nuestros edificios».
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