En el norte de Nigeria hubo una manifestación de Jesús mientras 72 cristianos estaban a punto de morir. Nigeria es uno de los lugares más peligroso para los seguidores de Jesús, especialmente para aquellos que han dejado el Islam para seguir a Cristo.
BarnabasAid expresó que Dios los protegió y los salvó de las manos de aquellos militares de Boko Haram que querían asesinarlos. Según BarnabasAid, estos creyentes sobresalen en fe valerosa, se han encontrado cara a cara con Cristo y lo han escuchado hablar, han experimentado su liberación milagrosa.
Ellos quedaron totalmente asombrados por lo que había pasado, por lo cual quedaron con hambre y sed de la Palabra de Dios, pero ellos expresaron que no pueden instruirse mediante los estudios diarios de su Palabra, ya que no saben leer.
Aparición de Cristo
En el campamento de Boko Haram 4 líderes masculinos fueron capturados, torturados y se les dijo que debían negar a Cristo y regresar al Islam o serían fusilados, los cuatro se negaron y fueron debidamente asesinados a tiros, a plena vista del resto del grupo.
Una semana después las 4 mujeres de los lideres que murieron por no negar su fe, los militares le dijeron que si ellas no renunciaban a su fe cristiana dispararían a sus hijos. Se les dio tiempo para pensar en esta terrible elección.
Mientras las mujeres agonizaban esa noche, sus niños emocionados entraron corriendo, diciéndoles a sus madres que Jesús se les había aparecido y les había dicho que todo estaría bien.
Luego, Jesús se apareció a todo el grupo de los 72, y les dijo que «no temieran porque Él los protegería». Él dijo que no deberían renunciar a Él, sino que deberían permanecer fuertes, y que Él era el Camino, la Verdad y la Vida.
Fueron libre por permanecer firmes en su fe
Al día siguiente, las cuatro madres dieron su decisión a los militantes: no negarían a Cristo.
Los militantes se prepararon para disparar a los niños, que ya estaban alineados contra una pared. La más pequeña era una niña de cuatro años. De repente, los militantes comenzaron a gritar y arañar sus propias cabezas. Gritando «¡Serpientes!» huyeron de la escena, y algunos de ellos cayeron muertos.
Uno de los hombres cristianos alcanzó la pistola de un militante muerto, pero la niña de cuatro años le puso la mano en el brazo para detenerlo. «No necesitas hacer eso», dijo, «¿no puedes ver a los hombres vestidos de blanco luchando por nosotros?».
Dios obró en ese su lugar y protegió a sus fieles ya que en ningún momento negaron su fe y permanecieron firme a su creencia. «Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos» Deuteronomio 1:30.
Fuente: bibliatodo.com
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