Un pastor en Rusia está bajo amenaza de demolición de su casa por haber realizado cultos de adoración dentro de su residencia.
Vitaly Bak, un pastor de la Iglesia Ortodoxa Rusa, habilitó su casa en 2019 para hacer cultos domésticos; las autoridades lo descubrieron y lo aislaron hasta el punto de querer destruir su propiedad.
En espera por una decisión justa
Las autoridades administrativas de Novorossiysk tomaron la decisión de demoler la casa por medio de la autorización de un tribunal; actualmente el pastor espera la respuesta del caso llevado a tribunales.
Desde Open Doors analizaron el caso y concluyeron el tema abordando el punto de la represalia en contra de los cristianos y congregaciones de Rusia; pues al parecer el gobierno del país prohíbe reuniones en casa.
«Las autoridades locales parecen usar las leyes para prohibir las reuniones religiosas en hogares privados. Sin embargo, según la legislación rusa actual, las comunidades que solo tienen el estatus de grupo religioso no pueden poseer propiedades y, por lo tanto, no tienen más opción que para reunirse en edificios residenciales”, reveló el analista de OD en un artículo en la página.
“Afortunadamente, este es el único incidente de este tipo registrado hasta ahora. Sin embargo, no ha tenido un desarrollo prometedor”, agregó.
«Los traidores»
En la actualidad, quienes manifiesten la fe cristiana en Rusia se convierten en blanco para los distintos ataques por parte de diversos sectores contrarios al cristianismo en el país, pues son vistos como “traidores” y “aliados de países occidentales”.
Desde 2016, la persecución cristiana en el país se volvió más intensa cada día al prohibir actividades esenciales como estudios bíblicos en casas, predicaciones en la calle y también servicios de adoración caseros.
Se crea o no, Rusia también está en la lista de países perseguidos por la fe ocupando el puesto nº 46 de Persecuted World Watching en este año 2020.
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