La República Checa se ha convertido en la segunda nación miembro de la Unión Europea (UE) en establecer una sede diplomática en Jerusalén, luego de Hungría.
Andrej Babiš, primer ministro checo, llegó temprano a la capital israelí junto al ministro húngaro, Viktor Orban, con la intención de reunirse con los líderes del país y conocer más al respecto sobre su exitosa lucha contra la pandemia.
A la ceremonia también asistió el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, y el ministro de Seguridad Interna, Amir Ohana.
Ashkenazi aseguró en la inauguración que «los cambios en el Medio Oriente deberían basarse en el reconocimiento de la realidad y la verdad histórica de que la ciudad de Jerusalén ha sido el centro espiritual del pueblo judío y su capital durante más de 3.000 años y la capital de Israel desde su establecimiento».
Más tarde ese mismo día, los ministros Babiš y Orban se reunieron con Benjamín Netanyahu, primer ministro del país judío.
Esta acción de República Checa se suma a la de aquellos países que han declarado apertura de embajadas en Jerusalén los últimos meses; entre ellos se encuentran Guinea Ecuatorial, República dominicana, Serbia, Malawi y Kosovo.
A mediados del 2018, Estados Unidos, junto con Guatemala, trasladaron sus embajadas a Jerusalén; mientras que Honduras informó que trasladaría la suya a la capital a finales del año pasado.
Con más frecuencia, más naciones de diferentes partes del mundo están normalizando sus relaciones con Israel, estableciendo acuerdos comerciales y políticos, lo que ha sido del agrado de muchos.
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