Los condados de Napa y Sonoma aún están en llamas. Los bomberos siguen luchando por apagar el fuego hasta el momento aprovechando que el viento ha amainado. Los incendios comenzaron el domingo por la noche, en total son 14 grandes incendios en lo que va de la semana.
En la noche del lunes ya se habían registrado 10 muertes: siete en el condado de Sonoma, dos en Nada y uno en Mendoncino, según el Departamento de Silvicultura y Protección de Incendios de California.
Las llamas se extendieron rápidamente debido a los fuertes vientos de 80 kilómetros por hora cubriendo a toda la región en un humo espeso que se desplazaba hacia el sur en el área de la Bahía de San Francisco.
El incendio perjudica a todos, más de 103.000 personas no tienen acceso a gas ni electricidad y 45.000 están sin agua. Las escuelas cercanas a los incendios cancelaron las clases y dos hospitales se vieron obligados a evacuar a pacientes y asistentes.
Por esta razón, el gobernador Jerry Brown declaró en estado de emergencia en las regiones de Napa, Sonoma y Yuba, y amplió más tarde a cuatro condados más para acelerar la ayuda y conseguir que mayor apoyo se desplazara a la zona. El fuego ya ha devorado más de 30.000 hectáreas en el norte de California.
Fuente: El País/ impactoevangelistico.net
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