La situación de desesperación que puede sentir una persona que está viviendo una fuerte situación lo lleva a tomar grandes decisiones, para bien o para mal; en este caso un ex-musulmán al borde del suicidio sentenció su vida para siempre.
Shaik, un joven que vivía en el sur de la India, nacido en un hogar musulmán fue matriculado en un colegio cristiano bautista, donde su padre siempre le recordó que no importara lo que viera nunca aceptara convertirse al cristianismo, “Recuerde, usted sólo va a estudiar allí, no oiga lo que ellos enseñan sobre religión porque van a intentar convertirlo a la fe cristiana”, le decía su padre.
El muchacho mientras estuvo en el colegio, se negó varias veces a escuchar la palabra de Dios pero un día quiso guardar un ejemplar del Nuevo Testamento que le dieron los Gedeones; para ese tiempo tenía 17 años y se estaba especializando en mecánica pero llevaba una vida de constante preocupación.
Las discusiones que tenía frecuentemente con su padre eran el motivo de que viviera preocupado y abatido de espíritu, por lo que quiso suicidarse luego de pelear con él, “Fue después de una discusión. Salí de casa y me fui al campo para recoger una sustancia venenosa que se usa en la agricultura”, recuerda.
Pero algo sobrenatural ocurrió cuando quiso quitarse la vida, pues una voz le decía que si eso era lo que quería realmente, “Después de haber ingerido, oí una voz que decía: ‘¿Por qué quieres matarte?’ “Volví a mi padre y él me llevó urgentemente a un hospital”, cuenta Shaik , que en ese momento no sabía que era Dios buscando salvar su vida.
En su recuperación, Shaik recordó las enseñanzas que le daban sus compañeros en el colegio y desesperadamente buscó el Nuevo Testamento que había guardado en algún lugar, en busca de respuestas a lo que vivió se “devoró” las páginas y encontró la verdad de todo, que es Jesús.
Pasados los días, se reencontró con un amigo, al cual le expresó su deseo de querer bautizarse pero no lo tomaron en serio, “Cuando le dije a él que había aceptado al Señor, él me llevó a hablar con un pastor de una nueva iglesia de cerca de 15 o 20 personas. “Yo fui allí todos los días durante tres meses y el 30 de agosto el pastor me bautizó”, concluye.
Fuente: bibliatodo.com
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