Una experiencia sobrenatural con Jesús hizo que el deseo de asesinar a cristianos de un joven terrorista desapareciera, pues quería incendiar una iglesia con muchas personas adentro.
Este joven contaba con él apoyo de la policía local para incendiar él templo, porque según él muchacho “su región estaba bajo la opresión de los cristianos”, así que decidió unirse a un grupo terrorista que lo retó a colocar gasolina en medio del culto de adoración para luego prenderla en fuego.
Ibrani, el muchacho en cuestión, viene de una familia islámica que se convirtió al cristianismo, pero volvió a su antigua creencia tratando de que su familia también lo hiciera, pues ellos evangelizaban con poder trayendo a otros a los pies de Jesús.
Ellos con la revelación de que Jesús no era un profeta como afirma en el Corán, sino que es hijo del Dios vivo, no podrían volver atrás; “Jesús nació de la Virgen María como un hombre, sin pecado, para quitar los pecados de toda la humanidad”, dijo la familia de Ibrani al muchacho.
“Su crucifixión en la cruz del Calvario sirvió para que no recayera más sobre nosotros la pena del pecado, murió y resucitó de los muertos al tercer día, sólo creyendo y entregándose a Él, como nuestro Señor y Salvador podemos ser libres y recibir la salvación “, le siguieron diciendo.
Su familia en el intento de que éste dejara su vida en el Islam atrás, proporcionó todo tipo de información sobre la iglesia donde asisten y el horario de todos los cultos con el fin de que los acompañara, a lo que el muchacho se negó rotundamente.
Para hacerles frente, se unió a un grupo de terroristas que lo enviaron a incendiar la iglesia donde estaba su familia como prueba; así se ganó el apoyo de los policías y autoridades locales, quienes le ayudaron a conseguir la gasolina necesaria para realizar el ataque.
Cerca del día del ataque, uno de los contenedores comenzó a incendiarse, por lo que los terroristas en compañía de Ibrani corrieron hasta donde estaba su familia para avisar lo que estaba ocurriendo y escapar todos hasta un lugar que los mantuviera a salvo.
Para sorpresa de todos, un hombre salió de en medio del fuego diciéndoles “Yo soy el Señor del Cielo y de la Tierra. Yo vivo en la luz, de la cual nadie puede acercarse”, con mucha autoridad.
“Yo también soy el fuego ardiente, puedo acabar con ustedes ahora, pues soy el autor de la vida y de la muerte, pero yo no he venido al mundo para destruir, sino para redimir a cada uno de ustedes del pecado y de la muerte. en la cruz del Calvario, y resucité de los muertos. Creedme en mí y sigan, entonces ustedes tendrán la salvación y la vida eterna “, siguió diciendo.
Y así como apareció, se fue la imagen, donde todos supieron por sus palabras que era el hijo de Dios, quien había venido a verlos para que no existieran más dudas de su existencia. Y así todos, hasta Ibrani desistieron de su ataque para convertirse a Cristo.
Fuente: bibliatodo.com
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