Kaylene Murphy, con 32 años vivió una situación que jamás pensó que se convertiría en una tragedia personal, pues escalando se cayó y sobre ella vino una roca que le provocó múltiples fracturas y hasta la pérdida de dos extremidades.
Murphy junto a su novio para escalar en un parque de Montana, EE.UU, donde estaba a 12 metros de altura y pisó una parte frágil de una roca, la cual ocasionó que ésta cayera junto con tras piedras que le ocasionaron fracturas diversas, lesiones, pulmones perforados, parte de su cerebro que le provocó un pequeño accidente cerebro vascular.
Cuando pudieron estabilizarla en el hospital al que la llevaron, le informaron que tenían que amputarle una mano y una pierna; pero aún así, su familia nunca perdió la fe de que ella saldría viva de este proceso, “Nunca pensé que se quedaría paralizada, nunca pensé que se quedaría en estado vegetativo”, dijo Crystal Christison, madre de Kaylene.
“El mismo poder que resucitó a Jesús de los muertos vive en nosotros, entonces yo sabía que ella iba a vivir y quedaría bien”, expresaba la madre; las oraciones que la familia sembró a favor de la chica fueron una corriente de fe para ella.
Pasados 2 meses, Murphy recuperó sus capacidades cognitivas y ya estaba en casa para realizar la rehabilitación, su novio congeló un postgrado de sus estudios para cuidar de ella; con toda esta experiencia, la fe de Kaylene fue reforzada para su madurez espiritual.
“Todos los momentos de oración y adoración en que Dios me perfeccionaba, enseñándome sobre confianza y amor, hicieron depósitos en mi espíritu. Desde el accidente, soy capaz de aspirar eso “, confesó.
“Cosas malas suceden, pero Dios sigue siendo bueno y gracioso conmigo. Continuará a apoyarme “, concluye Kaylene.
Fuente: bibliatodo.com
Deja tus comentarios sobre esta noticia
No hay comentarios :
Publicar un comentario