Mediante una conferencia de prensa, Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que Biden ha hecho una alianza fuerte con los principales líderes demócratas de la Cámara de Representantes así como los del Senado para impulsar una legislación que anule todas las leyes pro vida y pueda legalizar otra donde el aborto tenga validez hasta el mismo momento del nacimiento del bebé.
“Joe Biden continúa trabajando con el Congreso para aprobar un proyecto de ley radical en el Congreso que anularía todas las leyes pro-vida en Estados Unidos y marcaría el comienzo de los abortos hasta el nacimiento en todo el país”, expresó Psaki para la prensa.
Este proyecto lleva el nombre “Ley de Protección de la Salud de la Mujer”, el cual es muy distinto de la causa que promueve y sería, de aprobarse, la primera ley más radical sobre abortos que jamás existido en la historia del país.
Al respecto de ello, la presidenta de National Right to Life, Carol Tobias, expresó que no hay beneficiarios más grandes de ello que los abortistas y que tal medida en vez de brindar seguridad a las mujeres, las pone en peligro.
“La Ley de Protección de la Salud de la Mujer está diseñada para eliminar todas las protecciones legales para los niños por nacer tanto a nivel federal como estatal. La Ley de Protección de la Salud de la Mujer es, en efecto, la Ley de Aborto-Sin-Límites-Hasta el Nacimiento”, dijo.
“Los únicos que se beneficiarían de esta legislación serían los abortistas y los proveedores de servicios de aborto como Planned Parenthood. Esta legislación pone en peligro a las mujeres y a sus hijos por nacer, ampliaría la financiación del aborto por parte de los contribuyentes y ya no exigiría que se proporcione a la mujer información sobre el desarrollo de su hijo por nacer”, agregó.
Algunas leyes que esta legislación podría eliminar serían:
- Requisitos para brindar a las mujeres que solicitan un aborto información específica sobre su hijo por nacer y sobre las alternativas al aborto.
- Leyes que prevén períodos de reflexión (períodos de espera).
- Leyes que permitan a los profesionales médicos optar por no realizar abortos.
- Leyes que limitan la realización de abortos a médicos autorizados.
- Prohibición del aborto electivo después de las 20 semanas cuando el feto es capaz de sentir dolor.
- Prohibición del uso del aborto como método de selección de sexo; las leyes contra la selección de sexo generalmente cuentan con un amplio apoyo público en los estados en los que se promulgan, incluido el apoyo de una mayoría sustancial de mujeres.
Además, los límites federales establecidos con respecto al aborto también serían eliminados, entre los cuales incluye a otras leyes federales sobre la protección de conciencia y el tope de financiación gubernamental sobre el aborto.
“Según los grupos a favor del aborto, si se promulga esta ley, se permitiría el aborto a pedido en los 50 estados, incluso si Roe v. Wade se debilita o anula. El aborto electivo se convertiría en el procedimiento que siempre debe ser facilitado, nunca retrasado, nunca impedido en lo más mínimo. Esta legislación invalidaría casi todas las limitaciones estatales existentes sobre el aborto”, declaró Jennifer Popik, directora de Legislación Federal para el Derecho Nacional a la Vida.
Desde su candidatura hasta llegar a la presidencia y aún más dentro de ella, el presidente Biden siempre se ha mostrado afecto y adepto a las políticas pro aborto a pesar de llamarse a sí mismo un “creyente de fe”, sin importar que el cruel acto de interrumpir un embarazo es una acción contra el mismo dador de la vida.
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