La semana pasada en distintas partes del mundo se dio un escenario poco convencional con la fauna marina, debido a que miles de peces muertos aparecieron en las costas de 3 lugares distintos pero a la misma vez.
La primera fue en la playa de Palmares de Puerto Vallarta, México, hace doce días una rara especie de pez apareció en las orillas del lugar; estos peces “sable” fueron contados y su cantidad llegó a más de 200 de ellos, lo cual no es común verlos tan cerca de la playa pues su hábitat está en la profundidad del mar.
Las autoridades del lugar aún analizan la causa de su muerte, y que pudo haber pasado en el ecosistema para que hubiera un daño así.
El segundo lugar fue desde Tokio, en donde esta vez miles de sardinas muertas aparecieron en las playas de Wakkanai, Hokkaido, debido a la ola de frío que hay actualmente; y aunque no fue beneficiosa para esta especie lo fue en gran manera para los residentes, ya que todos aprovecharon para recolectar pescado en grandes cantidades antes de que dañaran.
Aun así, las autoridades ya expresaron su preocupación por la causa verdadera de la muerte de tantas sardinas, ya que se presume que podría haber sido por una enfermedad no identificada y no por la ola de frío como se le atribuyó al principio.
El tercer y último lugar lo ocupó Grecia, en donde la especie dorada fue hallada por miles en la laguna Richo del lago Drepano, a éste fenómeno también se le atribuye a la enorme ola de frío que están dentro del país, y la cual ha dejado paralizada también a Atenas.
El choque térmico fue fatal para la especie, la cual es muy sensible a las bajas temperaturas y no sobreviven a más de 4 grados bajo cero; de otros tipos de peces, solo murieron los dorados, estimando unas 50 toneladas.
A parte de que éste suceso sea principalmente causado por la ola de frío que azota a varios países, también se ve realmente impactada por las distintas profecías que hay sobre el final de los tiempos y como éstas han de ocurrir en el mundo entero.
Según el rabino Shaul Judelman, lo que está escrito en Oseas 4:3 podría estarse cumpliendo en este momento, debido a que en ambos escenarios los peces mueren.
“El mar solía estar lleno de vida. Era un hecho en la Biblia que el cielo y la Tierra siempre existirían. Pero cuando los profetas describen el final de la vida en el mar, fue el último, un nivel inconcebible para que la gente lo imagine”, expresó el experto en el estudio de la ecología y su comportamiento durante los tiempos finales.
“Se describe a la naturaleza como alabando a Dios y el hombre fue puesto para protegerla. Nuestra relación con la naturaleza fue iniciada por Hashem (Dios) y la forma en que nos relacionamos con la naturaleza es una expresión de cómo nos relacionamos con Hashem. La naturaleza es el aspecto de Dios del Juicio según lo relatado por el nombre de Dios de Elohim con el que creó el mundo. Al final de los días, cuando seamos juzgados, seremos juzgados en este nombre, el nombre de la naturaleza. Algunos imaginan el fin de los días como Armagedón y catastrófico. Pero según la tradición judía, existe otra posibilidad de que podamos traer la Redención en Achishena, a través del endulzamiento del juicio. Parte de esto definitivamente se puede expresar a través de la naturaleza”, agregó.
Asimismo, dijo que el pueblo debe mantenerse en oración y también cuidando de la naturaleza, la cual llama una extensión de la relación personal con Dios.
“El medio ambiente es nuestra responsabilidad por mandato divino. Como tal, los juicios severos pueden causar catástrofes naturales. Pero en tiempos de sequía, se nos dice que oremos pero también se nos dice que participemos en actos de caridad. La naturaleza es una extensión de nuestra relación con Dios”, finalizó.
“Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán” – Oseas 4:3.
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