El objetivo de la pintura es que las personas puedan ser ministradas, que al verla encuentren que hay una esperanza, una solución a sus problemas. “Las nubes siempre desaparecen pero las estrellas siempre permanecen”.
“Cada uno tiene un pa parte de la pared para pintar una imagen diferente, pero con un mismo sentido. Los tres cielos se van a complementar en uno solo, unido por un texto. Lo que queremos en realidad es que el Espíritu Santo ministre las vidas”, expresó Rafael Díaz, artista plástico.
Los recursos para las pinturas y otros materiales salen del bolsillo de los propios creadores. Aún así, ellos aseguran que les interesa expandir la experiencia de gozar del buen arte.
“Esto es diferente, es la Palabra de Dios captada en una imagen. Cuando nos preguntan qué hacemos, les decimos ‘esto es un mensaje para ti y para todas las personas que están mirando. Es un mensaje de paz”, manifestó Alejandro Rubiera, artista plástico.
Fuente: Mundo Cristiano, impactoevangelistico.net, agapenlaradionoticias
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