Dana Griffin hace más de un año preparó un video a su esposo que se hizo viral con una ansiada noticia. Después de una larga espera, un bebé crecía en su vientre. Dana había esperado hasta los 5 meses de gestación para revelar la noticia y evitar una falsa esperanza. Tras el dolor de cuatro abortos involuntarios anteriores y una muerte fetal, la pareja se sintió realmente bendecida por la noticia.
Sin embargo, su pequeño bebé tenía otros planes. Apenas unas semanas después de su anuncio de embarazo, Dana se puso de parto a los seis meses de gestación. El 20 de octubre del 2015, nació Kaleb, un pequeño bebé con un peso de tan solo 368 gramos. A pesar de las pocas esperanzas de vida que los médicos le dieron al bebé, sus padres no dejaron de orar por su hijo.
Su nacimiento fue tan riesgoso que tuvo que permanecer en una incubadora durante más de 4 meses y ser operado del corazón y sus pulmones. Gracias a Dios, casi exactamente a un año de su nacimiento, Kaleb finalmente se "graduó" de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, o UCIN. Ese día sus padres llegaron al hospital felices, para celebrar el enorme logro de su pequeño hijo y decidieron llevarle su toga y un birrete como parte de su graduación.
Todos los médicos y enfermeras de Kaleb, que pasaron todo un año con él, se acercaron para decir adiós a su pequeño y valiente paciente, que creció de 13 oz a 13 lb. Ahora todo es felicidad en la familia, y aunque Kaleb todavía permanece conectado a un respirador, sus padres lo alientan cada día y le brindan todo su amor para que viva feliz en familia. Porque para Dios todo es posible.
Fuente: icetrend, impactoevangelistico.net, agapeenlaradionoticias
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