En los últimos años, la corriente de nacionalismo por motivos religiosos ha provocado que la India haya subido de puesto en la Lista Mundial de la Persecución de los 50 países en los que es más difícil vivir como cristiano.
La USCIRF afirma que mientras que, por una parte, la constitución de la India subraya la “plena igualdad legal” de sus ciudadanos y prohíbe la discriminación por razones de fe, por otra parte, “existen disposiciones constitucionales y legislaciones estatales y nacionales en la India que no se ajustan a las normas institucionales de libertad de religión o de fe”. “Las leyes contra las conversiones” en siete estados indios y la discriminación por razones de casta y religión destacan entre los problemas principales.
Según explica el informe, la situación ha empeorado desde el ascenso al poder del partido nacionalista indio BJP de Narendra Modi. Además, revela que desde 2014, cuando Modi asumió el poder, los “delitos motivados por prejuicios, los boicots sociales, las agresiones y las conversiones forzosas [al hinduismo] se han intensificado drásticamente”. El informe acusa a la India de alejarse de sus cimientos seculares, democráticos y pluralistas para convertirse en un país donde “las minorías religiosas han presenciado un deterioro de sus derechos”.
“Aunque las leyes aparentemente solo protegen a las comunidades religiosas de los intentos de promover la conversión por medios inapropiados, al no haber una definición clara de lo que hace que una conversión sea inapropiada, los gobiernos estatales cuentan con criterios no regulados para aceptar o denegar la legitimidad de las conversiones religiosas”.
Al mismo tiempo, pese a que la discriminación por motivos de casta se prohíbe en la constitución, el sistema de castas, con raíces discriminatorias, continúa siendo una “parte fundamental del hinduismo”, tal y como señala la USCIRF.
Muchos dalit son cristianos. De hecho, los dalit constituyen dos tercios de la población cristiana de la India, que asciende a más de 80 millones o el siete por ciento de la población total del país, según ciertos cálculos. La USCIRF concluye que las minorías religiosas y los dalit se enfrentan a una “discriminación y persecución debidas a una combinación de leyes demasiado genéricas o mal definidas, un sistema judicial penal ineficaz y una carencia de coherencia jurisprudencial”.
Fuente: Puertas Abiertas/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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