El grupo terrorista Estado Islámico dice que uno de sus miembros realizó el ataque. El bombardeo sacudió el país, subrayando la amenaza terrorista en curso para Europa.
Al menos 22 personas murieron y 59 resultaron heridas por la explosión que tuvo lugar en un concierto de Ariana Grande en Manchester, en el norte de Inglaterra.
El atentado ocurrió justo después de que la cantante pop estadounidense cerrara un show en el Manchester Arena.
Las autoridades dicen que muchos niños están entre las víctimas, incluyendo a una niña de 8 años, Saffie Roussos, que murió en el bombardeo.
El caos y la confusión inundó a los presentes, muchos de ellos niños, gritando y luchando por salir del sitio.
"Apenas empezamos a correr, hubo muchos gritos y llantos", dijo un sobreviviente.
Grande acababa de salir del escenario cuando la explosión sacudió el edificio.
"Creemos que el atacante llevaba un artefacto explosivo improvisado que detonó causando esta atrocidad", dijo el jefe de la policía de Manchester, Ian Hopkins.
Grande ofreció sus condolencias a las víctimas y sus fans a través de las redes sociales, diciendo: "Deshecha. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras".
El alcalde de Manchester, Andy Burnham, dijo que la ciudad se despertó en el amanecer más difícil después del bombardeo.
"Es difícil creer lo que ha ocurrido aquí en las últimas horas y expresar con palabras el impacto, la ira y el dolor que sentimos hoy. Éstos eran niños, jóvenes y sus familias que los responsables decidieron aterrorizar y matar. Fue un acto malvado", dijo Burnham.
Además, las iglesias de Manchester y alrededores, han abierto para dar cobijo y consuelo a todos aquellos que lo necesiten, y se ha creado el hastag #WestandTogether .
Fuente: CBN/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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