La noticia de la muerte del líder cristiano indígena, Felipe Altamirano Carrillo, en el estado de Nayarit, México, ha conmocionado a todo el pueblo cristiano. Aún no se ha reconocido a los asesinos, según la declaración oficial.
Los líderes de la iglesia en el país son el objetivo común de persecución y amenazas criminales. Alejandro Solandine, otro líder cristiano, viene recibiendo amenazas de muerte por sus críticas al gobierno. Oscar López Navarro, también líder de la iglesia en México, fue secuestrado y las negociaciones con los secuestradores aún están en proceso.
La impunidad ha fortalecido las acciones criminales porque el gobierno no hace nada para evitarlo. 170 personas son asesinadas mensualmente debido a la violencia, solo en el Estado de Guerrero.
Para defender a la iglesia, Salvador Rangel Mendoza, otro líder cristiano, inició personalmente una rueda de conversaciones con los responsables por el mundo del crimen, de acuerdo a informaciones locales.
"Este año, el número de asesinatos y secuestro de cristianos aumentó, porque las iglesias envueltas en trabajos sociales parecen ser una amenaza a los intereses del crimen organizado", comenta una de las colaboradoras de Open Doors, quien instó a los hermanos en la fe, que nunca olviden en sus oraciones a los líderes cristianos en México, pues todos somos uno en Cristo y la iglesia sufre al ver que sus pastores son amenazados.
Fuente: Open Doors/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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