Según su denuncia, la maestra Toni Richardson comenzó expresando su preocupación el pasado otoño sobre un nuevo miembro de su equipo de educación especial en la escuela secundaria Cony, cuya conducta en el trabajo estuvo marcada por la frustración y los “cambios de humor”. En un momento dado, al tratar de dar una palabra de aliento después de notar la dificultad de su compañero de trabajo, ella le dijo en privado que iba a rezar por él.
Cuando ella admitió que había dicho al hombre que iba a orar por él, Richardson fue informada que sus acciones violaban la Primera Enmienda de la institución. Pronto recibió una nota en donde se le advierte que en cualquier tipo de violación futura, ella podría estar sujeto a medidas disciplinarias o el despido. Frente a ello, Richardson presentó una queja ante la Comisión de Igualdad en el Empleo (EEOC) sobre el asunto.
"Mis comentarios eran simples expresiones de aliento. He elegido poner mis sentimientos en el contexto de mi fe, y transmitirlos en una conversación privada con otro adulto de mi iglesia”, escribió. “Verbalmente reprender y ordenar a un empleado de la escuela que se abstenga, durante una conversación privada, de decir a un colega que asiste a la misma iglesia, que estoy orando por él, es una práctica laboral ilegal”, afirma en su queja.
Richardson está siendo representado por el Primer Liberty Institute con sede en Texas. El cual define que “Nadie debe ser amenazado de perder su trabajo por decir en privado un compañero de trabajo, “Voy a orar por usted”, dijo Senior Counsel Jeremy en un comunicado. “Los empleados escolares no están obligados a ocultar su fe el uno del otro”.
Fuente: christiannews/ impactoevangelistico.net/ agapeenlardionoticias
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