Un grupo de cristianos afiliados al grupo pro-vida “Abolir el Aborto Humano” se encontraban en las calles de Washington repartiendo tratados bíblicos y material antiaborto por la ciudad, cuando decidieron tomar un descanso e ir a tomar un café.
Se dirigieron a la cafetería Bedlam a tomar sus bebidas pero el propietario gay al enterarse, salió a expulsarlos de su tienda. “Tienen que irse.”, fueron las bruscas palabras del dueño Ben Borgman.
“Nosotros no estamos distribuyendo ningún tratado en el café, solo estamos tomando un café.” señaló Caytie Davis, una de las cristianas presentes. Sin embargo, Borgman continuó exigiendo que se retiren de su establecimiento porque no toleraba su presencia.
“¿Así que no estás dispuesto a tolerar nuestra presencia?”, dijo Jonathan Sutherland a Borgam, a lo que el propietario enfadado señaló que iba a buscar a su novio y junto con él, los iba a echar.
Para evitar problemas los cristianos se retiraron diciendoles que Dios puede salvarles del estilo de vida que están llevando. Borgman respondió “no voy a ser salvo por nada, yo no creo en Cristo”, este suceso fue criticado por diferentes personas por las redes sociales.
“Se pide tolerancia para las personas gay, pero no hay la misma tolerancia para los cristianos de diferentes partes del mundo, que sufren todo tipo de maltrato.” señalaron los internautas por las redes sociales.
Finalmente, varios propietarios cristianos vienen enfrentando demandas de parejas del mismo sexo por negarse a prestar servicios debido a su conciencia espiritual.
Fuente: ChristianPost/ impactoevangelistico.net
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