Criada solamente por su madre, sin amor paternal que le oriente las cosas de la vida, Rachel creció confundida con su personalidad, a los 10 años empezó a ingresar al mundo sexual.
“mi madre me hacía que le tomara fotos eróticas, para una despedida de solteras, sin darse cuenta lo que estaba creando en mí” señaló Gilson
En su etapa de adolescencia tuvo su primer novio, al cual cortó porque no sentía nada por él, por el contrario, se sentía atraída por una chica, iniciando una vida de enamoramiento con mujeres.
Al ingresar a la universidad Yale, Connecticut, en Estados Unidos descubrió el engaño de su enamorada de ese entonces. Trayendo una seguidilla de preguntas sobre si estaba bien o no lo que estaba haciendo.
Después de tanto preguntarse empezó a indagar por las webs sobre cosas que decía la biblia respecto al lesbianismo y la conducta que ella llevaba de vida. Encontrando información que confundieron más su estado.
Sin embargo, un día Rachel estaba en la habitación de un amigo y encontró un libro que llamó su atención “Cristianismo Puro y Simple” de CS Lewis, repaso algunas hojas que llevaron a sentirse tocada por Dios gracias a las del autor, sintiéndose arrepentida por la vida que estaba llevando.
“Este libro me sirvió para aprender mi primera lección de la vida, a obedecer antes de entender, entendí que el lesbianismo es una abominación ante los ojos de Dios” cuenta Rachel.
Después de arrepentirse de sus pecados y entregar su vida a Dios, ella empezó a orar constantemente para librarse de la atracción por las mujeres.
“Todos los días le pedía a Dios que me ayudara a sacar esas atracciones, yo confiaba en Dios“.
Finalmente, después de pelear su batalla contra el lesbianismo, Dios cambió su vida además puso en su vida a un varón con el cual se casó. “Él conocía todo de mí, y poco a poco me fui enamorando de él, todo se lo debo a nuestro Señor Jesucristo”.
Fuente: christianitytoday/ impactoevangelistico.net
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