El Proyecto 89, conocida como Ley de Apoyo a la Infancia, los Jóvenes y las Familias de 2017, deroga y sustituye a la anterior, llamada Ley de Servicios a la Infancia y la Familia que regulaba los servicios de protección de la infancia, la adopción y de cuidados para la crianza. En esta última versión de la ley se añaden la “identidad de género” y la “expresión de género” como factores a tener en cuenta “en aras al mejor interés del niño.”
“No se equivoquen, el Proyecto de ley 89 es una grave amenaza para los cristianos y para todas las personas de fe que tienen hijos o que mantienen la esperanza de acrecentar su familia mediante la adopción. Decepcionada por el resultado, pero no me sorprende”, comentó Tania Granic Allen, presidenta de Parents As First Educators.
Únicamente los parlamentarios conservadores presentes en la Cámara durante la votación se opusieron al proyecto, pero fueron claramente insuficientes para frenar el proyecto. De hecho, en un principio muchos pensaron votar a favor o abstenerse, pero los más reacios terminaron por convencer al resto de su oposición.
Fuente: actuall/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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