Publicado originalmente en AELR el: 8/6/17
El guitarrista mexicano-americano Carlos Santana reveló cómo Jesucristo le ayudó a superar las cadenas de la depresión. Cuando su esposa Deborah lo dejó, después de 34 años de matrimonio, pensamientos suicidas pasaron a sorprender la mente de Santana.
Además de la ruptura de su vida matrimonial, Santana también cargaba el peso de sus turbulentos años de infancia. El músico habló abiertamente sobre crecer en una familia disfuncional, en la que fue abandonado por su padre.
A los 10 años de edad, fue repetidamente molestado por el padre de un amigo, que lo amenazaba, exigiendo su silencio. Las acciones del pedófilo inculcaron culpa y miedo en el chico.
En una entrevista para la revista Rolling Stone, él admitió que ya cuando fue adulto, intentó suicidarse siete veces, pero fue sólo por la gracia de Dios que su vida fue guardada.
“Fueron siete veces”, relató Santana en una entrevista de octubre 16, 2008 con Rolling Stone, “siete veces que el suicidio me sorprendió, llegué al punto en que realmente creía que la muerte sería más dulce que el dolor“.
Explicó que escuchó voces acusadoras, diciendo que su vida era muy miserable. Pero fue la voz de Jesús que le dio la esperanza de vivir y le trajo la alegría renovada que nunca encontró en la música.
“Yo oía mil voces gritando conmigo, acusándome:” Eres lo más más bajo, tú no eres digno de nada o de cualquier persona alrededor de ti. “Pero entonces me volvía a Jesús y clamaba: ‘Ayúdame’ “Entonces, muy claramente, interiormente, oí esa voz más suave y más alta que todas las demás. Él me dijo: ‘Estoy sentado a tu lado, ¿no es suficiente?’ “Una vez que oí esa voz, todo cambió y yo pude encontrar la alegría de nuevo“, relató.
Su transformación de vida también ayudó a Santana a perdonar al hombre que abusó de él en su infancia. Con la gracia de Dios, el peso de su pasado fue finalmente removido.
Santana abrió los brazos para la gracia divina. La gracia de Dios permitió que trascendiera su dolor actual y soltara su dolor de infancia. Por primera vez en su vida, tuvo el coraje de encarar los horrores de su abuso y luego perdonó a su agresor.
“Mi Dios es un Dios de bondad y compasión, pero nosotros, como personas, tenemos libre albedrío, incluso el hombre que me molestó”, destacó.
“Yo pude quitar mi rabia, perdonando a aquel hombre, el perdón, el perdón es increíblemente liberador, y yo estoy aquí para decirle, con todo mi corazón y espíritu, que esto puede ser hecho”, dijo Santana en una entrevista con Rolling Stone.
Santana llegó a un punto en que él percibió que su vida está en las manos de Dios y no en sus propias manos. Su pasado sombrío le ayudó a confiar en el plan de Dios para su vida.
El abandono de su familia por el padre, el amigo de la familia que lo abusaba y su vida matrimonial tumultuosa, hicieron que percibiera que es sólo por la gracia de Dios que un hombre pueda sobrevivir.
“Usted tiene que atravesar la noche más oscura del alma para llegar a la luz más brillante del día”, afirmó el guitarrista en un artículo en Plain Truth.
Muchos músicos de rock se rehúsan hablar de su vida espiritual, pero Santana expresó abiertamente su fe en Dios. En realidad, antes de los shows, él lidera su banda en quince minutos de oración. Él dijo que es como un médico lavándose las manos antes de hacer una cirugía.
Santana todavía tiene planes de dedicarse más a la vida ministerial, como por ejemplo convertirse en un evangelista. Él dijo que quiere ayudar a las personas que están pasando por problemas en su vida. Todavía no sabe cómo se desarrollará el plan, pero él dijo: “Dios aún no ha terminado la obra en mí.
Fuente: NoticiaCristiana.com
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