Desde hace décadas, la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, organiza un multitudinario encuentro en coincidencia con la festividad judía de Sucot (Fiesta de los Tabernáculos), que a su vez coincidió este año con la polémica resolución de la UNESCO con respecto a Jerusalén y la explanada de la mezquita de Al Aksa, donde se elude el pasado judío del lugar y se critica la gestión de Israel de los lugares sagrados para las tres religiones del libro.
El anuncio de esta resolución ha causado una profunda indignación en Israel. Tanto, que una multitudinaria marcha con banderas de hasta 85 nacionalidades recorrió las calles de la ciudad al ritmo de tambores y trompetas y con cientos de enseñas israelíes. “Es una bendición, un honor, un privilegio poder estar aquí. Nos sentimos muy amados y también hemos venido a bendecir a Israel”, explica una argentina Nadil.
Una mujer, que sostenía una bandera española con el lema “Israel no estás solo”, apenas podía contener la emoción al confesar que participa por cuarta vez en el evento. Las corrientes cristianas hacen una lectura literal de un capítulo del Génesis en el que se asegura que los “gentiles” (los no judíos) deberán respaldar a los judíos para que el Mesías pueda bendecir al mundo entero.
Por esta razón, suelen mostrar un apoyo incondicional al Estado de Israel y participan en manifestaciones en defensa de sus políticas. “Nos encontramos aquí cada año gente de todas las naciones. Es verdad que hay mucho antisemitismo, pero también hay mucho amor por Israel”, asegura esta argentina. Los promotores del encuentro estimaron que fueron unos 5.000 los participantes del evento.
Fuente: elpais / impactoevangelistico.net
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