Médicos afirman que los problemas de identidad de género son cada día más numerosos. No porque el sexo sea equivoco: lo que resulta equívoco es la enseñanza que reciben los niños en las escuelas desde su más tierna infancia (para ser exactos, cuatro años).
Los consultorios de psicólogos y psiquiatras infantiles se llenan de padres que acuden con niños indefensos que cuentan lo siguiente: No sé si soy niño o niña. Y no la pasan bien. Pero recibir la ayuda les es prohibida. Médicos deben responder: “Lo siento, no puedo ayudarles. Sería ilegal”. Y lo que probablemente no desean es meterse en problemas con la ley. Podrían aclarar el tema y decirle al niño que es niño y a la niña que es niña, pero eso atentaría contra la libre opción sexual.
“Esta perversión de la infancia, de nuestros hijos, es la misma que la del aborto. Respetar al homosexual, por supuesto que sí: es una persona y merece todo nuestro respeto. Pero luego empieza la perversión. Si te atreves a defender que la heterosexualidad es lo natural, estas atentando contra los homosexuales y eres un homófono y debes acabar en prisión por delitos de odio”, indicó la opinión pública.
Fuente: conapfam/impactoevangelistico.net
No hay comentarios :
Publicar un comentario