Susan iba a morir de hambre y sed, pero el hermano mayor, Mbusa, le ayudo con comida y agua a través de una rendija de la puerta a escondida.
Fue rescatada en octubre de 2010, Susan no podía caminar ni hablar. Su pelo negro se había vuelto amarillo y pesaba sólo 20 kilos. Pasó casi un año hospitalizada, donde fue visitada regularmente por los cristianos locales. Le proporcionaron alimentos, ropa, artículos de higiene y material de lectura.
A pesar de todas las torturas que sufrió, Susan se negó a negar a Cristo: “No puedo dejar a Jesús, decido no dejarlo porque me dio la vida eterna, y aunque muera allí, estoy segura que estaré con él”
Ahora de 16 años, Susan camina con muletas, pero sigue siendo optimista sobre su futuro, revelando que espera llegar a ser médico algún día.
Con el apoyo de la misión, se sometió a una cirugía correctiva y la fisioterapia, pero perdió al menos dos años de estudio. Citando Lucas 23:34, dijo que tomó la decisión: “Perdono a mi padre porque él no sabía lo que estaba haciendo.” También dice que tiene una petición: “Por favor, oren por mi sanidad, quiero caminar sin muletas.”
Existen numerosos informes de musulmanes que son perseguidos por haber convertido a cristo. Hay casos de personas que han sido abandonados por sus familias, incluso hasta han muerto.
Fuente: BibliaTodo
No hay comentarios :
Publicar un comentario