Lo cuentan ex trabajadores de sus establecimientos. La multinacional tiene un sistema de formación e incentivos para estimular a los empleados y conseguir el mayor número de abortos posible, según la organización provida Live Action. Según explica Sue Thayer, una antigua gerente del abortorio de Planned Parenthood en Storm Lake (Iowa, Estados Unidos), “cada centro tiene un objetivo de abortos que deben ser realizado” y si no se alcanza, el centro puede cerrar.
La exgerente confiesa que su trabajo se parecía más a vender abortos que “tratar con gente” o ayudar a la mujer. Según denuncia Lila Rose, fundadora de Live Action, los premios por alcanzar o superar las cuotas de aborto asignadas por la multinacional, van desde la organización de pizza parties hasta días libres pagados o la mención de “trabajador del mes”.
“Planned Parenthood no tiene cuotas para adopciones; ni cuotas de cuidados prenatales.
Pero ¿cuotas de abortos? Por supuesto”, asegura Rose. De esta manera, “saca su beneficio de las mujeres”, se aprovecha de su drama personal e incentiva a sus equipos para que acaben con la vida de los niños en el vientre con pizza parties“, subraya la fundadora de Live Action.
Fuente: liveactionnews, impctoevangelistico.net, agapeenlaradionoticias
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