Molestos porque su familia había abandonado su religión indígena, residentes tribales del pueblo Kubuaa, sumergieron a Urawn y su esposa en un estanque frío hasta el cuello una noche de invierno cuando las temperaturas eran bajo cero, según su hijo, Beneswar Urawn. "A lo largo de la noche, estuvieron temblando en el agua fría, yo junto con 15 o 20 aldeanos fuimos testigos de tal brutalidad", relató el joven.
Previo a la tortura, los aldeanos habían obligado a Urawn asistir a su culto y beber licor fermentado, dijo su hijo. Además de agredir a Urawn y su esposa, la turba del pueblo atacó a su hermano menor, encerrándolo dentro de su casa durante horas. También contaminaron fuentes de agua potable de la familia.
Urawn y su familia siguen a Cristo casi 10 años, y cuando los aldeanos se dieron cuenta de que no lo iba a renunciar a su fe, decidieron amenazarlo desde hace tres años. Aún recuerdo como le ataron las manos a mis padres y los pusieron en el estanque, dijo impotente su hijo. Al retirarlos por la mañana la pareja quedó gravemente enferma, la esposa se recuperó pero Urawn quedó inmovilizado por parálisis.
Días después su padre falleció y ni siquiera pudo ser enterrado en su pueblo porque los aldeanos no se lo permitieron. Obligaron a sus familiares a cocinar para ellos pero al negarse tuvieron que huir denunciando a la policía. Se les permitió volver a su hogar pero viven en el miedo junto a otras familias que comparten la fe.
Fuente: christiannews, agapeenlaradionoticias, impactoevangelistico.net
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