El desastre se registró después de las intensas lluvias la noche del viernes que desataron la crecida de ríos y quebradas que salieron de su cauce. El agua fangosa y los escombros invadieron rápidamente las calles, derribaron casas, arrancaron árboles y arrastraron autos y camiones. Muchos habitantes no tuvieron tiempo para salir de sus casas. Testigos dijeron que sintieron edificios vibrar, y aunque sonó una alarma, no se la escuchó en toda la ciudad.
Videos publicados online por los vecinos mostraban grandes extensiones cubiertas de escombros. Se escuchaban voces gritando los nombres de desaparecidos. "Hay mucha gente buscando a sus parientes y pidiendo ayuda", dijo el vocero de la Cruz Roja, Oscar Forero. Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos llegó a la zona de desastre y dijo que el número de víctimas podría aumentar.
Decenas de viviendas fueron destruidas pero una iglesia quedó intacta. “Una de las iglesias de Mocoa no sufrió mucho, gracias a Dios, por el contrario se ha convertido en un centro de albergue y ayuda”, indicó un periodista. Los rescatistas continúan la búsqueda de sobrevivientes y se teme que el número de muertes reportadas aumente con el transcurso de los días.
Anteriormente, Herman Granados, un anestesiólogo del hospital local, dijo que hay al menos 300 heridos y que el hospital no tiene sangre suficiente para afrontar una crisis de semejante magnitud.
#TodosPorPutumayo Emergencia en Mocoa, amanece bajo el lodo por las fuertes lluvias durante la noche y madrugada de hoy
Fuente: cbn/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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