lunes, 6 de agosto de 2018

“Por un momento pensé: Este es el fin; pero una voz me dijo: ¡No, todavía no ha llegado el tiempo!


LOS ÁNGELES, California.– Desde el asiento 15D del vuelo 2431 de Aeroméxico, el pastor iraní Ramin Parsa grababa con su celular la intensa lluvia que caía sobre Durango. Sin imaginárselo estaba documentando los dramáticos instantes en que la aeronave sería golpeada por una fuerte ráfaga de viento. El Avión se desplomó cerca de la pista y derrapó hasta un terreno aledaño. Cuando se detuvo, el motor comenzó  a arder y las llamas arroparon a las 103 personas que estaban a bordo del avión. Pero, he aquí la sorpresa: ¡Todos, milagrosamente salieron ilesos!.

 El Pastor (Cristiano) Ramin Parsa declaró ntes de abordar el vuelo: "Estuve  muy preocupado por la fuerte lluvia y por el viento que azotaba los árboles en el aeropuerto Guadalupe Victoria. Pensé que quizás retrasarían el despegue por unos minutos, hasta que mejoraran las condiciones del clima. Pero no sucedió así".

Este pastor de 32 años aseguró:“Cuando invoqué a Jesucristo el avión, que iba deslizándose sobre la tierra, se detuvo. Lo que sucedió fue un milagro, porque ese avión iba full de combustible y no hizo explosión, ni nos estrellamos contra un edificio o algo”, aseguró Parsa.

 “Yo mencioné el nombre de Jesús (en Español) aunque no se hablar ese idioma, pero me salió así”, recuerda el. Añadió: “Por un momento pensé: ‘este es el fin, se acabó todo’. Pero una voz dentro de mi,  dijo: ¡No, todavía no ha llegado el tiempo!.





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