La dirección de Dartford y Gravesham NHS Trust, advirtió que algunos de los pacientes presentaron sus quejas, por ello, tomaron la decisión de despedir a la enfermera Sarah Kueth. Ahora, ella ha demandado al hospital, alegando que el despido fue por su postura religiosa.
“He recibido una carta diciendo que sí puedo hablar de mis creencias con los pacientes, pero solo si ellos me lo piden. Yo siempre les pregunto a mis pacientes si se sentían cómodos con la conversación, la mayoría dijo que sí.”, expresó la enfermera.
Sarah, era la responsable de la evaluación de los pacientes antes de someterse a las operaciones, les pedía sus datos para llenar los formularios, donde incluía sus creencias religiosas, ese era el momento en que les hablaba del amor de Jesús.
“Hablé con ellos acerca de mi religión y cómo conocí a Jesucristo. Les digo la paz que Dios me da a los pacientes que se sienten devastados. Yo les aseguro que la felicidad y la paz, la encontré en Jesús.”, manifestó Sarah.
El caso de Sarah, es el último caso de debate nacional en Reino Unido, acerca de evangelizar en el área de trabajo. La primer ministro, Theresa May, aseguró que los cristianos no deben tener miedo de hablar libremente de su fe.
Fuente: GospelPrime/impactoevangelistico.net
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