Una joven cristiana de Pakistán acusada de blasfemia, decidió no huir de su hogar, para que sus vecinos cristianos no sean blanco en su ausencia. Las acusaciones en contra de Sonia Gill de 23 años de edad, fueron eventualmente retiradas, no sin antes haberse negado a dejar su pueblo cristiano, un asentamiento cerca de #Gujrat. Decenas de pakistanís han sido asesinados y asentamientos de cristianos han sido atacados después de las acusaciones de blasfemia. En ocasiones recientes, cristianos han huido de sus hogares a raíz de las acusaciones, pero Gill se negó a hacerlo, a pesar de las protestas llenas de furia a las afueras de su casa. “Si huyo, ¿qué le pasará a mis vecinos cristianos y sus hogares?” dijo ella.
En otro incidente de acusación de blasfemia en el área, una turba enfurecida de cerca de 70 personas se reunió a las afueras de la casa de Gill el 17 de mayo, liderada por el clérigo musulmán Khubaib Jalali. Al menos 150 familias cristianas viven en el pueblo cristiano, el cual también es el hogar de tres iglesias. Conforme se desarrollaron los eventos, se reveló que la vecina de Sonia, Sharjila Komal (conocida como Poma) la acusó de usar una pancarta publicitaria con el nombre del profeta Mahoma como un revestimiento del suelo. Gill respondió que las pancartas llevaban sólo los nombres de políticos y que su vecina tenía otros motivos para acusarla.
“Cerca de hace tres años, la cuñada de Poma se fugó con mi primo, Khalid,” dijo Sonia. “Un expediente policiaco se abrió en contra de Khalid, pero el asunto se resolvió después de que la mujer regresó. Es por eso que Poma tiene resentimiento en contra de nosotros. Poma cose ropa y vive al lado de nuestra casa. Esa mañana, ella vino a nuestra casa a decirnos que el uniforme de mi sobrina había sido cosido y que podría recogerlo en su casa a cualquier hora. Ella vio una pancarta en el suelo con fotos de políticos y sus nombres. Mi hermano, Shaukat, es un entusiasta de la política. Esas pancartas fueron usadas en noviembre del año pasado, durante las elecciones locales, y como ya no tenían uso las usamos para cubrir el suelo.”
“Cerca de las 8 pm,” empezó a explicar Shaukat, “cerca de 70 personas llegaron a nuestra casa y demandaron la pancarta ‘que llevaba nombres islámicos sagrados’ fuera entregada a ellos. Invité a las personas prominentes –quienes eran unas 18- a entrar e inspeccionar las pancartas que creían tener el nombre sagrado del profeta. “Incluso después de ver las pancartas, los protestantes iracundos dijeron que no estaban satisfechos y que consultarían entre ellos en las mezquitas cercanas.”
Conforme la turba se fue a discutir el asunto a la mezquita Gulzar-e-Habib, Shaukat llamó a la policía. “Sospeché que la turba regresaría y nos atacaría,” dijo Shaukat, quien trabaja como conductor en Gujrat. “La policía llegó rápido y mantuvo la situación bajo control. En la presencia de la policía, las pancartas fueron examinadas de nuevo, pero no se encontró nada blasfemo.”
A pesar de la evidencia, Jalali interpuso una queja en contra de los Gills en la estación de policía local. La situación permaneció tensa la mañana siguiente. “Niñas cristianas que regresaban de la escuela nos dijeron que escucharon en la calle que se llevaría a cabo otra protesta,” explicó Sonia. “Poma dijo que ella haría todo lo posible para enseñarme una lección. Yo le dije que nada pasaría sin el consentimiento de mi Dios.
“Mis amigos Mushtaq Butt y Allah Rakha Sahotra trabajaron incansablemente con varias comunidades en la ciudad,” dijo Shaukat. “A pesar de que aún estábamos preocupados, creímos que Dios haría un milagro. Al siguiente día después del incidente, Butt me dijo que el asunto había sido resuelto.” Butt relató que tuvo que jurar sobre el Corán que los Grill no habían cometido una blasfemia y que jamás lo harían. Después de que Butt hizo este juramento, todas las acusaciones fueron retiradas.
El clérigo local retiró su queja oficialmente. El agente de la policía local Ghulam Abbas Dogar reportó que la “situación está bajo control y la familia se encuentra en su casa pacíficamente.”
Estos incidentes son más común de lo que crees. Toma un momento para orar por la iglesia pakistaní y por los #CristianosDeTrasfondoMusu
Amado Padre, te damos gracias por que este incidente culminó positivamente para Sonia y su familia. Te pedimos que sigas proveyendo de tu protección para todos los creyentes de trasfondo musulmán en Pakistán. Que la verdad siempre salga a la luz para que Tu Nombre sea levantado en alto. Toca los corazones de las autoridades para que sean imparciales e impartían justicia y protejan al inocente. Confiamos en que Tú cuidas de tus hijos. En el nombre de Jesucristo, Amén.
Fuente: www.opendoorsusa.org
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